Virtualbox es un programa o máquina virtual con licencia GPL que se
utiliza para “virtualizar” (instalar un sistema operativo dentro de
otro) un sistema operativo. En mi opinión, este programa es más
intuitivo que VMware, y funciona de mil maravillas, además de gestionar muy bien los recursos de nuestra máquina.
Por medio de esta aplicación es posible instalar sistemas operativos adicionales, conocidos como “sistemas invitados”, dentro de otro sistema operativo “anfitrión”, cada uno con su propio ambiente virtual. Es decir, gracias a Virtualbox, podemos crear una “máquina virtual” dentro de nuestro Ubuntu e instalar y correr Windows como si fuera una aplicación más. Lo mismo podemos hacer a la inversa, siendo Windows el sistema “anfitrión” y Ubuntu el “invitado”
Lo primero que tenemos que hacer es crear la máquina virtual donde luego instalaremos el sistema operativo “invitado”. En términos prácticos, esta máquina virtual no es más que un archivo que tendremos que alojar en algun lugar. Este archivo contendrá toda la información y el espacio necesario para permitir la instalación del sistema “invitado”.
Para crear la nueva máquina virtual, una vez que tenemos abierto el programa, hacemos clic en el botón Nueva. Aparecerá el asistente para la creación de la máquina virtual. Cada punto que sigue es una pantalla de este asistente:
1. La primera pantalla nos da la bienvenida. Le damos al botón Siguiente.
2. La segunda pantalla nos pregunta el nombre y el tipo de sistema operativo que queremos instalar. En nuestro caso, podemos elegir Microsoft Windows y Windows XP. En nombre escribimos Windows.
Almacenamiento
Desde aquí podés controlar las configuraciones de los discos de tu máquina virtual. Generalmente, son 3: tu disco virtual, tu cd-rom y tu disquetera. Aquí el elemento que uno suele modificar es el cd-rom. Desde aquí le indicamos a la máquina virtual que “ponga” la imágen ISO de nuestro Windows al arrancar. De ese modo, podremos instalar Windows en nuestra máquina virtual sin problemas.
Entonces, hacemos clic en el iconito de CD dentro del árbol de almacenamiento. Una vez seleccionado el cd-rom, hacemos clic en el botón al lado de la opción Dispositivo CD/DVD.
Esto también resulta muy útil para probar distros de Linux. Claro, te podés bajar la ISO de una distro que quieras probar. Luego, a tu máquina virtual le decís que arranque leyendo esta ISO, supongamos, de Linux Mint 9. Cuando corras la máquina vas a poder probar Linux Mint como si fuera un Live CD, tal como podrías probarlo en una máquina “de verdad”. Es más, si te gusta, luego podés instalarlo efectivamente en tu máquina virtual. El resultado final sería este: seguís teniendo tu distro Linux instalada como siempre, sólo que ahora vas a poder correr Linux Mint 9 y probarlo como si se tratara de una aplicación más. Interesante, ¿no?
Carpetas compartidas
Si querés que tu máquina virtual pueda acceder a alguna carpeta de tu máquina “verdadera” sólo tenés que agregar la ruta de esa carpeta en esta opción.
Para ello, hacé clic en el botón que tiene una carpeta y un +, como se ve en la captura siguiente:
Por medio de esta aplicación es posible instalar sistemas operativos adicionales, conocidos como “sistemas invitados”, dentro de otro sistema operativo “anfitrión”, cada uno con su propio ambiente virtual. Es decir, gracias a Virtualbox, podemos crear una “máquina virtual” dentro de nuestro Ubuntu e instalar y correr Windows como si fuera una aplicación más. Lo mismo podemos hacer a la inversa, siendo Windows el sistema “anfitrión” y Ubuntu el “invitado”
Lo primero que tenemos que hacer es crear la máquina virtual donde luego instalaremos el sistema operativo “invitado”. En términos prácticos, esta máquina virtual no es más que un archivo que tendremos que alojar en algun lugar. Este archivo contendrá toda la información y el espacio necesario para permitir la instalación del sistema “invitado”.
Para crear la nueva máquina virtual, una vez que tenemos abierto el programa, hacemos clic en el botón Nueva. Aparecerá el asistente para la creación de la máquina virtual. Cada punto que sigue es una pantalla de este asistente:
1. La primera pantalla nos da la bienvenida. Le damos al botón Siguiente.
2. La segunda pantalla nos pregunta el nombre y el tipo de sistema operativo que queremos instalar. En nuestro caso, podemos elegir Microsoft Windows y Windows XP. En nombre escribimos Windows.
3. La tercer pantalla nos pregunta el tamaño de la memoria base.
Generalmente la opción que viene por defecto es adecuada. Sin embargo,
si tenés mucha o poca memoria, podés cambiar esta configuración. Yo, por
ejemplo, tengo 2GB de memoria y casi siempre configuro esta opción en
512 MB.
4. La cuarta pantalla nos pregunta en qué máquina virtual instalar el
SO invitado. La primera vez tenemos que decirle que queremos instalar
el SO en una máquina nueva. Sin embargo, en futuras oportunidades en las
que quieras formatear esa máquina virtual e instalar todo de cero,
podés elegirla de la lista. Como decía, ahora nos conviene elegir Crear disco virtual nuevo.
5. Aparece el asistente para la creación del disco virtual nuevo.
En la primer pantalla tenemos que elegir el tipo de almacenamiento.
Generalmente, es recomendable elegir Almacenamiento de expansión dinámica. Esto significa que si tu disco va a tener 3 GB el archivo no ocupe siempre ese espacio sino que ocupe hasta esa cantidad de espacio.
6. La pantalla que sigue nos interroga sobre el tamaño del disco a
crear. Esta opción depende de tus necesidades. De 5 a 10 GB es más que
suficiente para instalar Windows y algunas pocas aplicaciones pesadas.
En la opción Localización podés elegir dónde guardar el archivo
de tu disco virtual. Esto resulta muy conveniente ya que muchas veces el
espacio que dedicaste a tu partición Linux no es lo suficientemente
grande como para albergar también a tu máquina virtual.
Cómo configurar tu nueva máquina virtual
Para configurar la máquina virtual recién creada sólo hay que elegirla y hacer clic en el botón Configuración. Se nos abrirá una ventana en la que podremos cambiar todos los aspectos de la configuración de nuestra máquina virtual. Cada uno de ellos es bastante auto-explicativo, así que me concentraré solamente en algunos que no son tan fáciles de saber qué hacen o cómo se configuran.Almacenamiento
Desde aquí podés controlar las configuraciones de los discos de tu máquina virtual. Generalmente, son 3: tu disco virtual, tu cd-rom y tu disquetera. Aquí el elemento que uno suele modificar es el cd-rom. Desde aquí le indicamos a la máquina virtual que “ponga” la imágen ISO de nuestro Windows al arrancar. De ese modo, podremos instalar Windows en nuestra máquina virtual sin problemas.
Entonces, hacemos clic en el iconito de CD dentro del árbol de almacenamiento. Una vez seleccionado el cd-rom, hacemos clic en el botón al lado de la opción Dispositivo CD/DVD.
Se nos abrirá una ventana desde la cual vamos a poder agregar las
imágenes ISO de los distintos SO que queramos probar. Para agregar una,
vamos a Agregar.
Finalmente, seleccionamos la imagen ISO y listo.
Lo que acabamos de hacer es simular la inserción del CD de Windows
(suponiendo que elegimos una imágen ISO del CD de Windows) al arrancar.
Este es un paso necesario para poder instalar Windows en nuestra máquina
virtual.Esto también resulta muy útil para probar distros de Linux. Claro, te podés bajar la ISO de una distro que quieras probar. Luego, a tu máquina virtual le decís que arranque leyendo esta ISO, supongamos, de Linux Mint 9. Cuando corras la máquina vas a poder probar Linux Mint como si fuera un Live CD, tal como podrías probarlo en una máquina “de verdad”. Es más, si te gusta, luego podés instalarlo efectivamente en tu máquina virtual. El resultado final sería este: seguís teniendo tu distro Linux instalada como siempre, sólo que ahora vas a poder correr Linux Mint 9 y probarlo como si se tratara de una aplicación más. Interesante, ¿no?
Carpetas compartidas
Si querés que tu máquina virtual pueda acceder a alguna carpeta de tu máquina “verdadera” sólo tenés que agregar la ruta de esa carpeta en esta opción.
Para ello, hacé clic en el botón que tiene una carpeta y un +, como se ve en la captura siguiente:
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